Algunos ejemplos de la deuda técnica incluyen la falta de documentación, la complejidad excesiva del código, la falta de pruebas automatizadas, la falta de mantenimiento regular y la falta de actualizaciones de seguridad.
Para abordar la deuda técnica, es importante reconocer su existencia y establecer un plan para resolverla. Aquí hay algunos pasos que se pueden seguir:
Identificar la deuda técnica: Es necesario realizar una evaluación del software para identificar cualquier problema que pueda ser considerado deuda técnica. Esto puede incluir la revisión del código, la realización de pruebas y la revisión de la documentación.
Priorizar la deuda técnica: Una vez que se han identificado los problemas, es importante establecer un orden de prioridad para resolverlos. Algunos problemas pueden ser más críticos que otros y es importante abordarlos en primer lugar.
Estimar el tiempo y los costos: Una vez que se ha establecido un plan para abordar la deuda técnica, es importante estimar el tiempo y los costos necesarios para implementar las soluciones.
Asignar recursos: Una vez que se han identificado los problemas críticos y se han establecido los costos y el tiempo necesarios para resolverlos, es importante asignar los recursos necesarios para llevar a cabo el trabajo. Esto puede incluir la contratación de personal adicional, la asignación de personal interno o la tercerización de ciertas tareas.
Implementar soluciones sostenibles: Es importante implementar soluciones a largo plazo para abordar la deuda técnica, en lugar de soluciones rápidas que pueden empeorar la situación. Esto puede incluir la reescritura del código, la automatización de pruebas y la documentación adecuada.
Monitorear el progreso: Una vez que se han implementado soluciones para abordar la deuda técnica, es importante monitorear el progreso y realizar evaluaciones periódicas para asegurarse de que no se esté acumulando nueva deuda técnica.